Corriendo bajo la lluvia

Bonito rodaje el de ayer. Salí de casa con ánimo de hacer uno de mis circuitos tradicionales por el barrio, pero ya llegando al pinar de Barajas, yendo muy bien de piernas y pulsaciones, pensé que tocaba innovar y buscar rutas nuevas. Y no se me ocurrió nada mejor que ir a la avenida Machupichu llegando al Palacio de Hielo y la calle Silvano. A los que no conozcan la zona, no les dirá nada, pero los que hayan pasado por allí seguro que se acuerdan de las cuestecillas desde el km 8 al 11... Fui fenomenal en las subidas, comodísimo y con la respiración muy controlada (algo que he mejorado claramente en los últimos meses). Lo más agradable, la llovizna que me fue refrescando del kilómetro 9 hasta casa. Me encanta correr bajo la lluvia, a pesar de que como soy un gafotas, se me complica algo el tema. Eso sí, menos mal que llegué a casa a eso de las ocho y cuarto, porque media hora más tarde lo que cayó no era lluvia, era el diluvio universal, y eso creo que me hubiera hecho menos gracia.




En conjunto, 14 kilómetros, rapiditos considerando los desniveles que me metí pal cuerpo, a 5,24 de media, y bien de pulsaciones. Y sobre todo, me quedo con la sensación inmejorable de afrontar las cuestas desde hace unas semanas no como un castigo horrible que me va a machacar, sino como un reto divertido que sé que puedo superar. Y ese planteamiento lo cambia todo para mejor y me hace más feliz.