
Y he tomado varias determinaciones:
a) No correr Amsterdam. Ya sabía hace un mes que seguramente, por temas familiares-laborales, lo más probable era que no pudiera ir, por eso no he seguido ningún plan de entrenamiento este verano, ahora se ha confirmado. Y por otro lado, no estaría preparado para afrontarlo con garantías. Y todo hay que decirlo, tampoco estaba especialmente motivado.
b) Sin plan. Sí, ya sé que no sigo muchos planes, pero en los próximos meses, toca correr cuando y lo que me apetezca, sin objetivos de carreras, marcas o tiempos. No, no, y no. Lo que no significa que necesariamente corra muchos menos kilómetros de lo habitual, pero seguramente sí me llevará a correr más despacio y sin mirar el crono.
c) Tregua a las piernas. Como ya sabéis, llevo varios meses con dolores variados en las piernas, que se están agudizando en las últimas semanas. Tobillos, gemelos, dedos, peroné, ahora muslos... No voy a forzar ni un pelo, voy a intentar darle un descanso al cuerpo y deseo volver a correr sin molestias ni dolores... estoy cansado de no correr a gusto y disfrutando, que es de lo que se trata.
Vamos, que tiene toda la pinta de que me voy a convertir en un jogger...
Esta tarde, para confirmarlo, un rodaje deplorable de una hora de casa al Retiro y vuelta, con unas sensaciones horrorosas al no poder respirar bien (maldito aire acondicionado de la oficina que me tiene la nariz y la garganta totalmente congestionadas), y con molestias variadas en al menos cuatro zonas de mis piernas... y menos mal que lo he podido compensar al encontrarme con Tania, lo que me ha permitido parar un rato, contarnos nuestras vicisitudes y molestias varias, y volver a intentar respirar.
Lo dicho... cambio de rumbo. Acepto chandals...
Canción del día: Wim Mertens- Struggle for pleasure, la canción preferida de mi Ipod de mi hija Celia en los viajes en coche este verano. Un maravilloso descanso en medio de los horrores de los temas de radiofórmula de los 40...
