Que bien se corre en buena compañía. Ayer me metí en el feisbuk por primera vez en semanas, y me encontré que algunos buenos amigos habían quedado para correr en la Casa de Campo.
Y aunque su objetivo era hacerse una Tapia y yo no estoy aún para muchos trotes, me animé a ir a verles y charlar.
Un montón de buena gente en el Lago y en el polideportivo Cagigal. Carlos, Bea, Almudena, Julián, Dani, Karlox, Suso, la gacela de Vallecas y un montón más de corredores. Y al acabar, saludos por el Lago y el Urogallo a Rosa, Juanlu, Emilio...
He disfrutado un montón, charlando de planes y entrenos, de carreras y rodajes, y aunque he preferido ser prudente y no hacer la Tapia entera, bajando desde Aravaca con Dani y Almu por Garabitas hacia el lago, he llegado al final con 11kms y una sensación que hacía meses que no tenía: ganas y fuerzas para haber seguido corriendo muchos más kilómetros.
Y a un ritmo decente y pulsaciones de las de antes. Y sin molestias.
Esto parece que va a mejor.
Canción del día:
Asfalto- La generación perdida. Mi primer disco (bueno, cassette doble), Déjalo Así, una joya de 1981 de este genial grupo de rock urbano con toques progresivos de los 70 y 80. Este tema es una maravilla, y tiene una letra impresionante. Ayer me di una buena panzada recordando su discografía: Asfalto, Al otro lado, Ahora, Déjalo así, Más que una intención...
Amaneció con ganas de cambiar
se inventó una nueva razón.
La decepción se fue quedando atrás
y pronto se extendió, se hizo internacional,
y la historia podría cambiar.
Pronto se oyó la fuerza de su voz
y una canción fue comunicación.
Y la utopía se hizo realidad
en el momento en que explotó el mayo francés
y después todo se acabó.
Nunca jamás estuvimos tan cerca,
se perdió la mejor oportunidad,
tal vez nunca se volverá a presentar.
Poco después cada cual se esfumó,
se oyó la voz de los de siempre,
y acabó el sueño de una generación.
Dónde ha quedado tu paz y tu vuelo,
te dejaste cortar tus cabellos,
has perdido toda tu identidad.
Te has confundido entre tus enemigos,
el sistema te ha absorbido,
ni tú mismo te puedes reconocer.
Nunca jamás estuvimos tan cerca,
se perdió la mejor oportunidad,
y murió una generación.