Viernes
Que mejor manera de entrenar para una media de montaña "light" que haciendo un montañoso recorrido a media tarde tras salir del curro.
900 metros de desnivel positivo en los primeros seis kilómetros, llegando a 2200m de altitud, que luego se bajan en algo mas de diez kilómetros. ¿Donde se puede hacer esto? entre la Barranca en Navacerrada y la Bola del Mundo.
La subida, más o menos por el recorrido de la carrera del Kilómetro vertical de la Barranca, caminando en un 99 por ciento.
Los primeros kilómetros por camino forestal cómodo pero ya empinado. Luego entro en la antesala del infierno, tras pasar la Fuente de la Campanilla.... Un bonito bosque ya con moles de granito alrededor y bajo tus pies.
Salgo de la sombra, y bajo el sol inclemente de la tarde, entro en la cuesta mas dura que he subido nunca. Con un km brutal, durísimo, entre piedras tremendas, sin apenas sendero, buscando hitos con la mirada hacia arriba para seguir el camino, impulsándome con manos, brazos y piernas. Con un desnivel de casi 300 metros, que he tardado en subir/escalar 25 minutos... Esto de la montaña es otra cosa... Pensaba que no llegaba vivo arriba. Lo mejor para mis ampollas.
Eso si, las vistas impresionantes, y llegando al Collado del Piornal, a un lado Navacerrada y Peñalara, al otro todo Madrid, una pasada. Y desde allí otro sendero pedregoso todo para arriba para disfrutar de las vistas desde la Bola del Mundo.
La bajada empieza por las zetas del camino de hormigón (durísimo para las patas y mis ampollas), por donde me ha adelantado un runner que bajaba a toda leche.... Y yo, mientras, asustado al ver allá abajo muy abajo por donde iba a tener que bajar luego...
Porque al llegar a la última curva entro en un sendero para cabras en bajada vertical, en el que correr es impensable en muchos tramos, piedras grandes, pequeñas, enormes, agujeros, ramas, una tubería que saltar en decenas de ocasiones, el abismo a mi izquierda... Me caigo solo una vez, sin consecuencias aparte de que se me rompe la cadena del reloj, y viendo el firme, poco me parece. Esto se llama la Cuerda de las Cabrillas, nombre bien escogido para un sendero para cabras muy locas. O para un mountain biker que bajaba como si fuera en llano, y que casi se mata delante mio.
Pasado un largo rato por este sendero, casi desesperado y con la ampolla de la planta del pie derecho que me acompaña desde la Madrid-Segovia dando por saco, llego al Mirador de las Canchas, con unas vistas espectaculares. Y con unas vacas enormes, y un ternero curioso que quería hacerse mi colega.
Desde allí, cojo el camino forestal de tierra más cómodo para volver al punto de partida. No he podido correr mucho, que la ampolla sigue haciendo de las suyas en las bajadas, estoy resfriado, y se hace complicado bajar rápido cuestas del 10-20 por ciento de desnivel sin hacerme pupa...
Y eso que las zapas de montaña se han portado como jabatas. Si con estas piedras no me he torcido un tobillo es que son buenas.
Al final, 16,6kms en 2h50 minutos, más de 1800m de desnivel acumulado, disfrutando un montón. Nunca había hecho algo así. Una experiencia preciosa que habrá que repetir.
Y tras descansar el sabado...
Domingo
La Media Maraton Solidaria de Somosierra. 21,7kms con casi 1900m de desnivel acumulado. En su mayor parte por senderos amplios y maravillosos y sin las tremendas piedras del viernes. No en vano se considera la carrera de iniciación perfecta.
Antes de la carrera, encuentro con un montón de amigos y amigas, varios Caprus (Belen -enhorabuena-, Pepe, Suso, Carlos, Carla), Charli, Celina, Jose, Bea, Julian...
Quiero salir muy tranquilo, a lo ultra, vamos que salgo casi el último. Y con el reloj en el bolsillo del pantalón, apenas lo miro. Casi mejor, menos presión.
Los primeros kms tranquilos, subida gradual, con algún tramo corrible en bajada, paisajes preciosos a medida que se asciende.
Tras el primer avituallamiento... Una cuesta de las buenas, un kilómetro con 230m de desnivel pero sin piedras imposibles y fácil de subir andando. Que después de la cuesta del viernes me ha parecido "light". Si es que he adelantado a diez o quince corredores.
Luego última subida hasta el Pico de las Tres Provincias (km 9), con unas vistas maravillosas, sublimes, increíbles.
La carrera, hasta ahí, bien, el resfriado controlado y la ampolla no me molesta en las subidas. Y he vuelto a comprobar que cuando hay que subir andando soy bastante rápido. Parada de tres o cuatro minutos en el avituallamiento disfrutando del entorno, y empezamos a bajar...
La primera bajada, sin ser mortal, es bastante empinada y técnica, y para lo manta que soy, la he bajado muy dignamente, hasta adelantando a alguno que otro... Por ahí me empieza a molestar la superampolla de la planta del pie derecho (y eso que la llevaba vendada y con algodones) y hace mucho calor para mí, por lo que algo más adelante, decido bajar el ritmo y disfrutar del paisaje.
El tramo del km 13 al 16 en ligera subida se me hace insoportable, ni una sombra, calorazo, y con dolores de pata... Menos mal que había una fuente con agua espero que potable en la que refrescarse.
Los últimos kilómetros en bajada por buen firme (son los mismos que se subían al principio) engañan bastante, con algunos que otros buenos toboganes. Sin forzar, veo que puedo correr las bajadas y andar los llanos y subidas sin sufrir demasiado por las ampollas. Hay que ir con mucho cuidado en algunos charcos muy embarrados, saltar un riachuelo.. Este tramo lo hago totalmente solo, nadie delante ni detrás.
Y así llego a meta contento y feliz en 3h11m, clavando el cálculo que me había hecho viendo el perfil y las ampollas... Mejor en la subida, algo peor por la molestia en las bajadas.
Tras la carrera, un rato de charla con los amigos, asustando a algunos con la visión de mis bonitas ampollas, y tras tomarnos algo, de vuelta a casa
Que carrera mas bonita. Me ha encantado. Y en dos semanas el brutal Cross de la Cuerda Larga, que ya no es de iniciación...