Demasiadas sensaciones; momentos y experiencias se agolpan en mi cabeza al pensar como escribo la crónica de esta primera Maratón.
Por ello, será mejor empezar por el principio e ir paso a paso. Y vaya tocho me ha salido ahora que lo releo.
Viernes 10-DiciembreSalgo de casa a mediodía, y emprendo viaje hacia Castellón. Allá por Tarancón empiezan 300kms casi seguidos de densa niebla que hacen de la conducción un auténtico reto...
Llegada a Castellón, coloco las cosas en el hotel (muy bueno, nuevo y excelentemente situado), en el que se alojan los keniatas, etiopes, marroquíes y Chema Martínez que van a competir conmigo el domingo.
Quedo a tomarme algo con
Satur y Angeles (antes me paso por la feria del corredor a coger mi bolsa del corredor y mi dorsal, 1848), mientras hacemos tiempo dando un paseo por sus calles peatonales repletas de gente para ir viéndonos con
Raúl e Isabel y
Alfonso y Olga. Estupenda cena en el restaurante italiano "El Etrusco" al que llegamos con el super GPS de Alfonso, y en el que milagrosamente cogemos la última mesa que quedaba. Buena cena.
Sábado-11 DiciembreDesayuno temprano, analizando lo que se meten pal cuerpo los keniatas, que serán pequeños pero comen como limas...
A las 10,30 hemos quedado para hacer el último rodaje super suave por el parque Ribalta, donde está la meta, que vamos viendo colocar. Media horita a ritmo de tortuga, de charla, y disfrutando.
Tras la ducha en el hotel, me voy a dar un paseo a analizar el recorrido de la maratón, todo el suelo de Castellón está lleno de líneas verdes. Veo con agrado que no hay cuestas, sí desniveles, pero nada parecido a cualquier cuesta de Madrid.
Me voy al hotel a descansar, y antes me paso a comprarme comida al Corte Inglés. Mis compañeros me piden que os describa mi momento Mac Gyver, aunque mi fama se resienta... Pues bien, me compro una espectacular paella de verduras, llego al hotel, y descubro que me he despistado y no he pillado cubiertos... Solución imaginativa: se coge el peine ese que regalan en el hotel, que en el fondo es como un tenedor, y se come tranquilamente con su ayuda...
Tras una reparadora siesta, quedamos por la tarde con
Miguel, que viene de Sagunto a por el dorsal. Agradable paseo y charla de varias horas.
Antes de cenar quedo con Satur, Angeles y
Abe, que ha llegado por la mañana, y nos encontramos a su amigo Angel, una auténtica figura del mundo de los maratones y ultramaratones, con el que disfruto como un niño escuchando sus anécdotas, experiencias y sus mil y una aventuras. Con él y Amelia, más Raúl e Isabel, nos vamos a cenar a otro italiano, "La Tagliatella", raciones inmensas de pasta...
Paseo de vuelta al hotel, a las 11,30 en la cama.
Domingo 12 de Diciembre
Me levanto a las 6 y media, bajo a desayunar con Raúl y Chema (otro que no veáis como desayuna). Subo a la habitación a descansar un rato, y a las 8,15 nos vamos hacia la salida, en el Puente que lleva a la Universidad, a unos 300 metros del hotel.
El tiempo, casi ideal, a pesar de que hay humedad, el día está nublado y seguirá así básicamente toda la carrera, con una temperatura que no sube en ningún momento de 14-15 grados. Ni una sola queja.
Saludos, nervios, espera, amenizada por preciosa música ligera y un locutor que parece salido de una mezcla entre los 40 Principales y la discoteca de mi pueblo. Esos gritos de "La Maratóoooooon de Castellooooooooon" quedarán para siempre en mi recuerdo.
A las 9 menos cinco nos colocamos en nuestro cajón, el de la plebe, dan las 9 y.... Allá vamos...
Salimos Satur, Abe, Alfonso y yo juntos. Un primer kilómetro lento, aún con mucha aglomeración de corredores, que no en vano somos más de 2,500, pasamos por meta, pero aún nos faltan 42kms para la meta oficial... Satur se nos va para adelante, nos quedamos los lentos... Por cierto, como se nota la humedad...
Paseo por la calle Colón, giro en una calle muuuuy estrecha, y de vuelta hacia el Puente de la Universidad en la principal subida del recorrido. Llegamos a la Universidad, km5-6, pasamos a la liebre de las 4 horas, giro y bajada gradual hasta el km 10-11 por las calles peatonales del centro, a ritmo cómodo hacia la Avenida del Mar y el Grao de Castellón. Por esa zona poco público más allá de un rebaño de ovejas.
Hay que entender que hacer un recorrido de 42kms sin repetir por Castellón, que no es una ciudad muy grande, es realmente complicado, de hecho quitando dos tramos de carretera, la mayor parte de la carrera se hace por calles y el centro de la ciudad. La organización, por otra parte, excelente, se nota que le han dedicado mucho tiempo y trabajo.
Vuelta por el Grao de Castellón, viendo durante unos 200 metros la playa, y giro en el km15 de vuelta hacia el centro de Castellón. Todo esto a ritmos de en torno a 5,30m/km. Alfonso se nos queda un poco detrás.
Seguimos por el campo, llegamos al km 18 y giramos ya hacia el centro, pasando por un centro de eventos y bodas donde están haciendo una fideua que como huele... vaya putada. Desde ahora ya vamos por calles, público, mucho, animando un montón, cómo se agradece.
Y en algunos tramos, conductores cabreados pitando...
Llegando al km 20 le enseño a Abe la estatua del gigante Tombatossals, que será muy representativa, pero bonita lo que se dice bonita... Paso la media maratón en 1h56m40s. Abe se queda un poco atrás.
Ya por aquí empiezo a notar unos importantes pinchazos en la cadera izquierda, la que ya me dio problemas en su momento en varias carreras. Pero hoy tengo claro que eso no me va a impedir llegar a meta.
Voy haciendo cálculos, a medida que poco a poco bajo el ritmo para que no se me resienta más la cadera, paso a correr a ritmos de 5,45-6,00m/km. Si llego al km26-27 a estos ritmos, me puedo permitir el lujo de ir andando y llegar en cinco horas.
Con esa tranquilidad mental de saber que llego seguro, empiezo desde el km 26 a hacer una combinación de andar-correr, hasta seis veces, aprovechando los avituallamientos para caminar, beber agua e isotónica y tomarme los geles tranquilamente, 200-300 metros andando y luego, tras un poco de masaje (y varias sesiones de reflex con patinadoras de la organización), vuelta a correr 2-3kms...
En un avituallamiento quiero coger un plátano pero se me cae, una simpática voluntaria me dice que si quiere se agacha y me lo coje, se lo agradezo, pero no hace falta. No sé por que esto le parece tan gracioso a Raul cuando se lo cuento).
Así llego al km 30, lo paso, y poco a poco llego al km 35, por fin con público otra vez en las calles, que el tramo de la Ronda Sur del km26 al km33 se hacía muy duro, y menos mal que te ibas cruzando con corredores y viendo como iban...
Me cruzo con Satur que va fenomenal, luego veo en otro giro a Alfonso, al que justo delante de mí le da un calambrazo enorme.
El público da gusto, los niños te dan la mano, la gente grita tu nombre, que para eso está en el dorsal, te llaman campeón, una encantadora mamá me dice "Vamos, José Antonio, que eres muy guapo" Y sí se lo dice a otros, supongo, pero a mí con mucho más énfasis.
Se produce un fenómeno curioso. Los últimos 10kms están llenos de corredores que van como yo, corriendo-andando, o corriendo muy lentamente, con lo que nos vamos adelantando decenas de veces, al final ya nos conocemos, nos hablamos, nos damos ánimos, y hasta hacemos unos centenares de metros juntos hasta que uno para y el otro sigue.
Sigo calculando, lo bueno de ir a este ritmo es que el famoso muro no me llega, las piernas (cuadriceps, gemelos) no me duelen, y mi cabeza funciona, si no fuera por la cadera... En el km 35 calculo que bajo seguro de 4h30, aunque vaya caminando. Se lo comento a una corredora, y me dice "ni de coña, vamos a acabar en 4h15" Y nos ponemos juntos varios kms corriendo.
En el km38 paso un montón de gente haciendo un maratón de spinning, y un señor que me regaña por que claro, así andando, es muy fácil, no te fastidia, en mi lugar quisiera yo verle...
Llegando al km40 en pleno centro de la ciudad, me emociono, se me caen algunas lágrimas, sé que llego, que estoy bien, y que si aprieto, bajo efectivamente de 4h15, e incluso me puedo acercar a una media de 6m/km. Ando un poco en el avituallamiento, me uno a otro corredor que lleva la rodilla destrozada, y nos animamos a esprintar juntos los últimos 1,500 metros. Pasamos el km 41, mi compi se queda.
Sacando fuerzas y pasando de la cadera, vuelvo a los ritmos de 5,00-5,30, giro a la izquierda, veo el cartel del hotel, lo que significa que no queda nada. Giro de nuevo a la izquierda, y giro a meta, faltan 400 metros, veo a Satur, Raul, Angeles e Isa. Les saludo.
El público me emociona, te hacen un pasillo humano espectacular entrando en el parque. Km 42, veo la meta y esprinto, me vuelvo loco de la emoción, pienso en mis hijas, brazos arriba, saltos, el locutor dice mi nombre y "has triunfado, la Maratooooooón de Castellóoooon es tuya, José Antonio"... Llego a meta emocionado, feliz... 4 horas 12 minutos 13 segundos, a una media de 5,59m/km...
En
esta página http://www.rtvv.es/video/video_marato2010a.asp?id=MRT_040508_042051.flv podéis ver mi vídeo de entrada en meta... Se me ve desde el minuto 4h1305s (un corredor con gorra blanca y camiseta verde) hasta el minuto 4h14m30s. Mi show, épico, la verdad. Me dan mi toalla y mi medalla (que desde hoy tiene lugar de lujo en el salón de casa) y soy feliz.
Tras beber y comer algo (una rica torta de espinacas y fruta) en el avituallamiento de meta, veo a Abe y nos vamos hacia donde sabemos que están Satur y Raul. Abrazo emocionado con los amigos.
Llegamos al hotel, donde ya están los keniatas y etiopes que me han ganado, ducha, llamadas a familia y amigos, y comida reparadora con risas abundantes en el Mesón Zamorano con Miguel, Satur, Angeles, Raul, Isa, Alfonso, Olga, y unos amigos de Miguel.
Nos despedimos, abrazos y besos, y coche de vuelta hacia Madrid, donde llego a las 10 de la noche.
Lunes 13 Diciembre
Hoy ya siento las piernas y se me han ido quitando en parte las agujetas y dolores, y puedo subir y bajar escaleras dignamente. Mañana intentaré hacer un mini-rodaje de 30 minutillos de recuperación, el jueves fisio, que me mire bien la cadera, que hoy ya no me molesta en absoluto, y descanso de unos días...
Que luego hay ya nuevos retos en la cabeza, por ejemplo Sevilla o Barcelona (admito sugerencias, aunque reconozco que hay un 90% de posibilidades previas de que vaya a Sevilla).
Me ha encantado la experiencia, la satisfacción personal de entrar en meta, superando mis limitaciones físicas, tras tantos meses de entreno, no tiene precio. En primavera repito.
Hoy soy el ser más feliz de este mundo.