Mis últimas dos salidas me lo han demostrado una vez más.
Ayer, ya lo conté, disfruté de la compañía de Pepe, algo que me alegró sobremanera, de lo que realmente disfruté, y que me hizo acabar de modo brillante un día laboral complicado.
Hoy, corriendo sólo, tras otro día lleno de tensión (muchas reuniones, demasiado trabajo, todo ello en un ambiente laboral desmotivador con despidos en ciernes, mal rollo con jefes), correr me ha servido de válvula de escape a mis problemas y para desbloquear mis malas sensaciones.
A media tarde me sentía fatal, con un dolor de cuello tremendo producto de la tensión de estos días, sin ganas más que de tumbarme y descansar. Pero para alguien tan nervioso como yo, eso no me sirve de nada, porque si me quedo en casa tirado, no hago más que darle vueltas a la cabeza y liarme más.
Pues nada, he dicho, ya que ayer aprendí que yendo a un ritmo suave y sin mirar tanto el reloj, me canso menos y disfruto mucho, he salido de casa y he hecho un recorrido similar al de ayer con Pepe, aunque alargando un poco los parques y algunas calles (más cuestas, Pepe, de esas que te tengo reservadas), para completar al final cómodamente 14 kilómetros en 80 minutos (a 5,42 de media) y acabando pletórico de fuerza, moral y alegría por sentir bien mi cuerpo y mi mente. No he mirado ni una vez el reloj para ver mi ritmo, aunque sabía (ya me conozco bien) que iba a un ritmo como el que he hecho, solo controlando de vez en cuando mis pulsaciones -media de 161 que para mí está fenomenal- . Hasta me he permitido el lujo de sprintar en los dos últimos kilómetros hasta casa, que son en subida constante pero ligera, acabando los últimos 300-400m a 5m/km.
Este fin de semana no voy a estar en Madrid, ya lo siento, porque el domingo me habría hecho muchísima ilusión conocer a muchos blogueros en la carrera de CSIC (por cierto, vais a flipar en la calle serrano con las obras, cuidadito con las zanjas). A todos os doy mis ánimos, que disfruteis mucho, y si encima haceis una marca buena, pues aún mejor. Besos y abrazos a todos.
Si señor, no hay nada tan bueno para olvidar los problemas laborales, que el practicar nuestro deporte favorito, te quedas nuevo.
ResponderEliminarUn saludo.
Totalmente de acuerdo, correr cura, desengrasa, desestresa, relaja y te hace ver las cosas de otra manera, más blancas y más limpias y más claras; después de un duro y complicado día de trabajo no hay nada más terapeútico que salir a correr y sudar y cansarse y disfrutar con el esfuerzo; muchos ánimos y a seguir adelante, un abrazo.
ResponderEliminarA mí me ha ocurrido hasta encontrar solución a problemas del curro, que no encontraba de forma "habitual"... De pronto, estás ensimismado pendiente de nada, escuchando tus latidos y el batir de las zapatillas en el suelo y ... ¡plaf! te viene la idea como un bofetón (agradable, eso sí)... jejeje.
ResponderEliminarA seguir disfrutando Jan. ¿Y tú que me dices, mejor solo o acompañado?
Jan tienes toda la razón, cuando estoy de los nervios tengo que salir a correr, porque el resultado post-carrera es alucinante!! vaya sensaciones!!
ResponderEliminarHay que seguir con la mejor medicina...!!
Disfruta del fin de semana!
Tienes toda la razón del mundo, la mejor vía de escape para esos problemas que nos agobian es el deporte, y en nuestro caso el correr, y además disfrutando.
ResponderEliminarUn saludo.
Está claro Jan, estas en el club de los "zumbaos" que corremos y encontramos "escapes" a los problemas cotidianos corriendo.
ResponderEliminarPues que quieres que te diga Jan, que mu bien, porque alguno hemos tenido en ocasiones las mismas sensaciones, y tener una vía de escape en ello me parece que es mejor que, fumar, beber, cabrearse con la family en casa, etc etc.
Respecto a los sitios mañaneros de correr, cuando quieras quedamos y los hacemos juntos jejejejeje.
Yo vivo en Soto del Real y allí tengo sitios para correr perfectos, disfruto como un enano, solo o en compañia, da igual.
Espero que se solucionen los problemas del curro, de alguna manera todos tenemos esas rachas "chungas", yo tambien estoy en un mal año en mi trabajo, yo lo he llamado de supervivencia, a ver como lo terminamos.
Un saludo y nos leemos
Rafa
ah, ¿pero a vosotros os da tiempo a pensar en el trabajo cuando corréis?. Mi mente sólo da para ciertos pensamientos:... putas cuestas... voy fundido...que calooorr... que frrrio... ¿donde coño he dejado el coche?... cagüen el flato...
ResponderEliminarY en realidad creo que eso es lo que realmente me ayuda a desconectar.
Amigo, te lo digo en serio. Aparte de una sesión de entreno, tenemos pendiente una charla. Apúntatelo en la agenda. Tenemos que hablar. Y hasta ahí puedo leer. ;-)
ResponderEliminarEstá de más decir que estoy de acuerdo en lo que comentáis todos. Son un buen numero de endorfinas los que se ponen en marcha con nuestra actividad. Y las neuronas también se ponen en marcha a una velocidad alucinante dando luz a cosas que a lo mejor de otra forma no les encontramos solución.
Este deporte es sano sin duda. Pero respetando siempre ciertas pautas, por supuesto.
Abrazos varios.
Totalmente de acuerdo Jan, comparto tus sensaciones, aunque a veces también me pasa como a VICMAN. Un besote y nos vemos en otra
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