San Silvestre Vallecana Popular: A mogollón

Con mi tiempo podéis ver como fue la carrera: 52,07... despacito. Dejé el coche a media tarde en Vallecas, muy cerca de la meta, y me fui en metro a Nuevos Ministerios, lo mejor casi de la carrera, menudo ambientazo en el metro. Y vaya mogollón, presagio de lo que uno se encuentra en la carrera.





Llegando al Bernabeu me voy directamente a mi cajón, el sub-48, en el que debíamos ser como 3,000 corredores apelotonados. Oyendo conversaciones al azar como "a ver si este año repito mi marca de 58 minutos", "esto de llevar pulseras de todos los colores mola", "hijo (de unos 12 años), tú que corres tu primera carrera, vamos a ir suaves, vale", uno sospecha que hay un huevo de gente que se ha colado, y que debe haber una especie de mercado negro de tráfico de pulseras que lo permite...

No llueve, hace incluso calor, podría perfectamente haber corrido en pantalones cortos y camiseta de tirantes. Se da la salida tras unos cuantos anuncios publicitarios... la subida de Concha Espina se hace ya medio andando, como siempre. Es imposible correr.

Que cantidad de gente, madre mía, entre los 2,000 corredores que van a tu ritmo o, gluuups, un pelín más lento y claro, para pasarles, o les adelantas fuuuuuuuuffffff en un vertiginoso ziz-zag y poniendo en peligro a todos los que van alrededor, o te quedas a su ritmo uaaahhhh hasta que ves un hueco y te cuelas por él intentando no molestar, los que te pasan zuuummmmm, adelantando salvajemente y dando codazos pum pum , los que justo delante de tí, iiihhhhh, frenan en seco y provocan atascos, los que se paran a andar derrengados ahh ahh ahh en el km2, los padres con hijos de 5 años que se cuelan a hacer uno o dos kilómetros del recorrido a 7m/km, los divertidos parones stooooooppppp en todas las curvas del recorrido, o esas peligrosas muchachas, abuelos o señoras de mediana edad del público, que de todo hubo, cruzándose por medio de la masa de corredores, que hasta cinco o seis veces ví atropellamientos ayyyyy......

Mi chip mental rápidamente se intenta situar en posición de disfrute tranquilo. Intento no ponerme nervioso con la aglomeración (algo a lo que tengo una cierta fobia). Pero no lo consigo del todo, voy demasiado incómodo. Casi preferí correr el año pasado con la granizada que nos cayó. Había muchos menos corredores a tu alrededor lo que permitía por lo menos coger un ritmo. Para correr medianamente rápido en la SSV imagino que hay que tener unas grandes cualidades para el esquivamiento y ser un auténtico licenciado en adelantamientos semi-peligrosos, y a mi eso se me da muy mal, y además, no me apetece hacerlo.

La carrera, sin mucha historia más. Mucho público, más ambiente que el año pasado, muchos corredores disfrazados, algunos espectaculares, un mejor recorrido por Serrano y el precioso paso por la Puerta de Alcalá, casi anocheciendo. No hubo música de Leño en el Puente de Vallecas, fuí comodo en la subida por la Avenida de la Albufera llena de público, la llegada a meta sin poder casi ni esprintar por no atropellar a nadie...

Conclusión: No vuelvo a correr la San Silvestre Vallecana hasta que, una de dos, o salga del cajón de sub-38 (lo cual hoy por hoy no lo veo muy sencillo) en el que supongo que habrá menos lío, o mi fobia a las grandes aglomeraciones desaparezca.

Con lo bien que se corre en esas medias tipo La Bañeza o Tordesillas con 500 corredores... Y que pena que el día 31 siempre trabajo y no puedo ir a esas San Silvestres más tranquilas tipo Vicálvaro o Getafe...