La transformación de Jan

Tengo un secreto que confesar. Y ha llegado el momento de que lo sepáis.

He descubierto que tengo una extraña enfermedad, que me gustaría compartir con vosotros, porque creo que a alguno más le sucede lo mismo. Lo diré bajito, pero lo diré:

ME GUSTAN LAS SERIES

Sí, amigos, pero eso, siendo grave, no es lo peor. Hay más...

SOY UN CYBORG

Sí, Miguel me ha transformado en alguien distinto del que era hace unos meses. Yo era un chico tranquilo, con mis rodajes, mis cuestecillas, sonreía, era feliz... Pero algo ha cambiado en mí... He descubierto que soy una máquina, una especie de cyborg corredor, y me doy miedo, sí, miedo, en qué me estoy convirtiendo no lo sé aún, pero algo está cambiando dentro de mí, noto la velocidad, mis piernas van más rápido, mis pulsaciones bajan, no soy el que era...

Hoy me tocaba hacer, una vez completado un calentamiento suave de 20 minutos, 4 series de 1,600 metros (al jefe le gustan las millas más que los metros, será porque hacen sufrir más) con descansos trotando del 25% del tiempo invertido en cada una. Es decir, si, como se pide, cada serie es más rápida que la anterior, en cada una estás más cansado, y encima tienes menos tiempo para descansar antes de la siguiente... el colmo de la maldad. Y el caso es que eso me gusta... por qué, no lo sé...

No iba yo especialmente confiado de mis posibilidades. Hacía una tarde muy pesada, cargada de humedad y con algo de lluvia, y sentía las piernas un poco cargadas. Pero se ha despertado en mí el instinto serial asesino. Y no he tenido piedad conmigo mismo...

La primera serie, a ritmo suave, la he hecho en 8m25s a 5,16 de media y 165 pulsaciones de promedio. Aún era humano, ese Jan simpático y dicharachero.

La segunda serie, a ritmo rapidito, la he acabado en 7m56s, a 4,58m/km de media y con 171 pulsaciones de media. Empezaba a sentir el instinto cyborg que se apoderaba de mí.

La tercera serie, en la que pensaba que me estaba pasando de ritmo y lo iba a pagar en la última, el cyborg Jan la ha terminado en 7m28s, a 4,40m/km de media y con 175 pulsaciones de media

Para la cuarta no las tenía todas conmigo. Pero mi frío cerebro transformado ha podido con mis piernas y me ha permitido acabar en 7m16s a un ritmo, escalofriante para mi antiguo yo, de 4,32m/km de media y con 178 pulsaciones de media.

Para acabar, 15 minutos de recuperación suaves, y montones de estiramientos, que aunque sea un cyborg, mis piernas aún son humanas...

Doctor, ¿en qué me estoy convirtiendo? Yo antes no era así. Me doy miedo.... ¿Tiene remedio? ¿Quiero salvarme? ¿Corre peligro a mi lado Tania? ¿Lo mío se contagia?... La respuesta a estas y más preguntas, en el próximo capítulo.