Ayer tocaba día de descanso... y 21,3kms

Ayer tocaba día de descanso…

Pero viendo mi agenda de marrones, reuniones y familia de la semana, que ya había descansado día y medio desde el lunes de madrugada, y que me encontraba fenomenal... he adelantado la tirada larga de la semana del domingo al martes.

Probé un recorrido nuevo e interesante, con muchas cuestas y la distancia aproximada de una media maratón... de casa por García Noblejas a Fuente Carrantona, la tapia del Cementerio de la Almudena, bajada por Arroyo de la Media Legua, cruce de la M30, subida hasta el Retiro, y de vuelta a casa por O’Donnell, bajando a la Plaza de Toros, y subiendo hasta casa por el Barrio de la Concepción… con dos paradas técnicas de un minuto para beber agua, en el Retiro y en Ventas.



Madrid entero al alcance de tus zapas… 21,3 kilómetros dan para mucho….

He ido tranquilo, controlando las pulsaciones en las subidas y sin forzar nada en las bajadas, y se ha notado. Un ritmo medio de 5,30m/km, sin sufrir especialmente, muy bien de fuerzas. Aunque las piernas sí que han notado al final la distancia, el perfil, los cambios de acera a asfalto a tierra a cemento, y sobre todo el completo ejercicio de ir esquivando niños, perros, abuelos, señores de mediana edad, cristales, botellones, carritos de la compra, gente que cruza sin mirar, cubos de basura, autobuses, motos, patinadores, bicis, coches, cochecitos de bebé, semáforos, bolardos, obras públicas, alcantarillas rotas... El recorrido de hoy debe ser mucho menos complicado una mañana tranquila de domingo...



Eso sí, esta mañana me he levantado como nuevo. Buena recuperación.

Canción del día: Kathleen Edwards- Scared at night. Mi cantante favorita de los últimos tiempos, en una preciosa canción de su último disco, Asking for flowers. Dedicada a su abuela, con una letra muy emotiva.

De niña me despertaba de noche, estaba asustada pero me quedaba totalmente quieta. Las sombras en la pared se movían hacia mí, y apenas podía respirar bajo mis sábanas. Y tu habitación estaba justo pasado el salón. Todo lo que me hubiera hecho falta hubiera sido una llamada, pero quizás a veces debemos confiar en nosotros mismos para no gritar y correr como el infierno...

Decían que esperaste hasta que volviera. Cantamos tus himnos favoritos y sostuvimos tu mano. Exhalaste tu último aliento y eso fue todo. Pero nunca había visto morir a nadie antes. Intenté no llorar y todo eso... Porque quizás a veces tenemos en confiar nosotros mismos en que cuando mueres vas a algún otro sitio...

Créeme, todos nuestros días aquí son inseguros. Cree en mí, no quiero que lo sean más. Y en la oscuridad, visualízame en tu mente. Y descansaré a tu lado, para que no tengas que estar asustada por la noche"

Frase del día: Cuando me preguntan que hacen las novelas, suelo responder: cuentan mentiras hermosas, seductoras, que contienen verdades duras y correctas. Julian Barnes- Nada que temer