lunes, 11 de enero de 2010

No todo es correr: Amy Hempel- The dog of the marriage

Estas últimas semanas he estado disfrutando de un libro realmente maravilloso, la recopilación de historias cortas de la escritora estadounidense Amy Hempel.

El libro recopila los cuatros libros de la autora, “Reasons to Live”, “At the gates of the animal Kingdom”, “Tumble Home” y “The dog of the marriage”. La edición española -editado como “Cuentos completos”- incorpora los mismos libros, y se comenta que está perfectamente traducida (lo digo porque la autora hace uso en muchísimas ocasiones de frases de doble sentido, trucos del lenguaje difíciles de traducir sin que se pierda el sentido del cuento).

Como bien comenta en el prólogo en inglés el autor Rick Moody, a esta autora se la puede leer por sus cuentos o por sus frases. Y desde luego, se la debe releer. La segunda vez que te lees alguno de los cuentos, descubres frases nuevas, contundentes, frías y afiladas como una cuchilla, en los que no te habías fijado anteriormente, y disfrutas de la lectura como pocas veces.

¿Qué hace a esta escritora distinta? En mi opinión, el prodigio de concisión, de búsqueda de la frase perfecta, de ritmo, de emoción en cada palabra, con ese humor negro que te hace sonreír a pesar de todo. Leer cada uno de los cuentos asombra. En cada uno se disfruta de varias perlas talladas a martillazos que te sobrecogen por su inteligencia, su claridad y por la manera exacta en que describen el pensamiento íntimo del ser humano tanto en momentos de alegría como sobre todo de aburrimiento, tristeza, soledad, pérdida o cambio.

Son historias en las que a primera vista no ocurre nada. En la mayoría el acontecimiento clave ha sucedido ya (desintegración del matrimonio o de la pareja, viajes, una enfermedad física o mental, un accidente, la muerte de una mascota, el final de un ser querido).

Lo más impactante es cómo se describen las sensaciones y sentimientos del narrador de cada historia, casi siempre una mujer, casi siempre sola, dañada, perdida, herida. Las frases te llegan al corazón, te hacen sentir como un niño pequeño al que cogen en un renuncio, te hacen ruborizarte... porque Amy Hempel adivina lo que tú piensas, lo que sientes, llega hasta tu yo más íntimo, hasta aquello que ocultas a todos. A veces miras a otro lado porque sientes que la autora te ha pillado, y chequeas que nadie más se dé cuenta. Te sientes reflejado en el narrador en tantas ocasiones que a veces asusta. Pero en cada frase hay un fondo de compasión, notas que la autora tiene cariño hacia el narrador de cada historia, y que aunque poca, aún queda esperanza.

Un libro totalmente recomendable. Obra maestra.

Como ejemplo, leed estas frases, que he cogido, ya traducidas, de aquí y de aquí. Y tenéis un cuento entero, “La Cosecha”, una maravilla, aquí.

El corazón…creí que se me paraba. Así que me subí al coche y puse rumbo a Dios. Pasé por delante de dos iglesias ante las que había coches aparcados. Después paré en una tercera porque nadie había aparcado allí.

Mi trabajo es perfecto. No hago nada, no me pagan nada, pero –lo adivinaste- es mejor que nada.El sentido del humor ayuda.

Al final descubrí un truco para poder dormir un poco. Duermo en la cama de mi marido. De esa manera, la cama vacía que miro es la mía (…) Además de los calcetines de Flea, también me pongo su reloj.

Cuéntame cosas que no me importe olvidar –dijo que sea ella-. Que sean banalidades (…)Duermo con un vaso de agua encima de la mesilla de noche para así poder ver por el nivel si es el suelo de la costa el que está temblando o si soy yo…

Tuve varios accidentes. Después accidentes más graves. Pero la zona que me dolía nunca era la que me había dañado.

Pero el cuerpo siempre procura recuperarse. También la mente, por etapas. Paso a paso. Pregúntales a una madre que acaba de perder a su hijo cuántos tiene. Te responderá: “Cuatro.” Después dirá: “Tres”, y unos años más tarde dirá: “Tres…Cuatro.

El camarero me sirvió tequila y dejó la botella en el mostrador. Me preguntó que adónde iba y yo le contesté que simplemente iba. Después sacó un tarro con un escorpión dentro. Me mostró cómo una única gota tequila vertida en el rabo del escorpión hacía que éste se clavase el aguijón hasta morir.

Los tres primeros días son los peores, según dicen, pero han pasado dos semanas y sigo esperando que pasen esos tres primeros días.

Toda mi vida le he tenido miedo a la leche. Creía que si bebía mucha cantidad, los huesos me crecerían más que la piel y que los dientes no me cabrían en la boca

.…la conversación se limitaba a preguntarnos por qué la gente se tumba en la playa con los pies mirando hacia el mar.

Hay una que me gustó: la de un hombre que cree que su gato es homosexual. La carta empieza así: “Mi gato Frank (no es su nombre verdadero)".

8 comentarios:

  1. Lo apuntaré, pero mi mesa de noche ya no da para más, tengo una docena de libros por leer apilados haciendo equilibrio y me da miedo ponerles otro encima.
    Pero bueno, ¿tú no estabas preparando una maratón? Aquí no hay lugar para la intelectualidad hasta después de Abril,estos meses caña y sufrimiento. Ahora a leer los cuentos completos de Conan y cosas por el estilo.

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  2. Pues muchas gracias por la recomendación. No había oído hablar de esta autora pero tiene muy buena pinta. Una pena no tener todo el tiempo del mundo para leer todo lo que uno quiere...

    Un abrazo!

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  3. Hola Jan, muchas, muchas gracias por toda la información que me has dado sobre los entrenamientos. La verdad que con compis como tu se hace más interesante esto de correr. Seguiré todos tus consejos al pie de la letra. Lo dicho, muchas, muchas gracias.

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  4. Gracias por la recomendación pero mi lisat también es un poco larga. Ahora mismo estoy con la enésima vez de Cien Años de Soledad, que cada vez que la leo más me gusta. Estas Navidades como dice Gonzalo me han echado un "Conan": me han regalado el libro de Abel Antón y no me ha gustado nada, ni el libro ni el personaje así que mejor me hubiera ido con Amy Hempel. Aprovecho para hacer proselitismo de Umberto Eco y su Historia de la Belleza.

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  5. Ra. Cien años de soledad es uno de mis libros preferidos. Me lo he leído tres o cuatro veces, y cada vez descubres cosas que de deslumbran.

    El libro de abel anton lo cogi de la biblioteca hace meses y no me entusiasmó, eso sí, me sirvió para darme cuenta de que lo que hace la élite es peligroso, entrenamientos de 200-300km a la semana...

    El de Eco es que vale 40 eurazos... estoy esperando que quede libre en la biblioteca para leérmelo.

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  6. Me apunto la recomendación,tiene muy buena pinta, pero he de decir que tengo la recamara de libros pendientes que ya no puede más. Cierto que he bajado de uno a la semana pero es que hay poco tiempo.

    Un abrazo

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  7. A ver Jan que ya me has dejado con la duda, que compro?, el libro de la autora americana o el de las memorias de la Belen Esteban que creo que lo van a publicar?.
    Sabes?, eres una de mis referencias en temas de lectura, tambien sigo el blog de la rosa digital:
    http://larosadigital.blogspot.com/
    Fotos más que interesantes (de la autora del blog)y libros.
    Un abrazo amigo y cuidate.
    Rafa

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  8. Joder Jan eres un máquina a la enésima potencia!! Qué don de la ubicuidad, dios mío! Sacas tiempo de dónde??

    Gracias por la recomendación que buena es y parece que interesante por las líneas que has trascrito.

    Nos vemos

    Saludos desde la otra orilla

    P.D. Menos mal que no era un libro sobre y por, para MARATÓN...que anda que no estamos pesaditos todos con el MARATÓN,jejeje


    Rock it!

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