Tanta gente

Five years es mi canción preferida de David Bowie, la que abría su disco "The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars" de 1972. Esta otra versión en directo es asombrosa.

Ayer mientras corría por la pista de Suanzes iba entonando parte de la letra de la canción "And all the fat-skinny people, and all the tall-short people, and all the nobody people, and all the somebody people. I never thought I'd need so many people" que viene a decir:

"Y toda la gente gorda-delgada, y toda la gente alta-baja,

y toda la gente nadie y toda la gente alguien...

Nunca pensé que necesitaría a tanta gente"

Cada vez más gente en la pista, a la que llego corriendo desde casa a eso de las 21,30. Parecía una manifestación. Calculo que en un momento dado seríamos unas 40 personas. La soledad del corredor de fondo, vaya mito...

Cuesta correr por la calle 6. Entre corredores y una pareja de abuelitos andadores somos 10 o 12 personas dando vueltas a la pista de 200 metros... Estamos en plena operación bikini y la velocidad media de la masa ha disminuido claramente, resulta que soy de los más rápidos del lugar. Adelantamientos peligrosos constantes en cada vuelta...

Me asombran las corredoras (en los chicos es algo menos habitual) que son capaces de correr, aunque sea por poco tiempo y despacio, a 33 grados de temperatura con chandal y camiseta larga, sin beber agua, y respirando como búfalos en celo.

Paso a la calle 5, pero claro, muchos tenemos la misma idea... Sigo a una liebre durante unas cuantas vueltas, va muy bien, clavada a 5,10-5,15m/km, pero va perdiendo fuerzas, y la adelanto.

Las calles 2 a 4, como si no existieran... están conquistadas por un grupo de entre seis y diez (su número oscila a cada rato) simpáticos abuelitos y abuelitas que desde hace años sospecho que viven en la pista. Siempre están allí dando vueltas a última hora de la tarde, todos en paralelo y ocupando tres o cuatro calles, paseando y charlando, con sus bolsas de la compra, su periódico...

Por la calle 1 hay dos corre-andadores con el estilo más extraño que nunca he visto, debe ser un nuevo método.

Para darle más emoción al tema, y circulando aleatoriamente por unas y otras calles, una encantadora pareja joven con sus dos hijos de 5-6 añitos, monísimos, uno de ellos en su bici que acaba de aprender a controlar, que vuelan libres como el viento... y sin mirar, provocando giros, atascos y frenazos...

Por no hablar de lo divertido que resulta todo esto cuando cada cuatro o cinco vueltas hago un cambio de sentido (para no forzar una pierna más que la otra) y corro al revés que la gran manada...

Ya cerca de las 10 de la noche la masa se disgrega, y vuelve la normalidad. Hasta mañana a la misma hora... Y pensar que fuera del verano nunca somos más de 5 o 10... Pero me encanta este ambientillo, lo reconozco.

Tercera salida de la semana. Mejores sensaciones, y menos molestias (ya sólo en la cadera). Eso sí, con mucho calor frente al frescor relativo que se sentía en los días anteriores. Hizo falta mucha agua fresca para sobrellevarlo. Algo más de 9kms en 50 minutos, 4 de ellos por la pista.

Ahora descanso hasta mañana por la tarde en El Escorial (nos vemos a las 8 donde comentó Juan)