En el cielo no hace calor, en Madrid sí

Tercer rodaje consecutivo de algo más de una hora a pulsaciones de maratón. Hoy, a 22 grados al sol, 17 a la sombra, según los termómetros callejeros. Ha sido duro completarlo sin parar, 71 minutos por los cada vez más polvorientos senderos del Retiro, hasta las narices de no poder respirar bien (hoy, eso sí, con menor sensación de ahogo), con bastante calor por las zonas soleadas, poniéndome moreno, y dando gracias de haber traído una botella de agua.

12,6kms a 5,38m/km, y 161px de media. El ritmo ha salido lento, imposible correr más rápido sin irme de pulsaciones en las cuestas. Una buena cura de humildad y prudencia para esos días en los que me planteo ritmos fabulosos para Mapoma en el calor de finales de abril. Me viene bien.

Si sigue este aumento de temperaturas a mediodía, o la palmo antes de llegar a Mapoma con el calor y el aire acondicionado que amenaza por la oficina, o me aclimato y me convierto en un runner curtido y sufridor. ¿Dónde quedó el agradable frío invernal? Hasta echo de menos el viento siberiano de hace unas semanas.

El Retiro estaba lleno de corredores, que diferencia con esos días fríos en los que vas casi solo. La mayoría, corriendo con camiseta de manga larga y mallas, muchos aún con cortavientos, unos pocos con manga corta y pantalón corto (como yo), y uno o dos con tirantes. Porque me da cierta vergüenza a las alturas del año en que estamos, pero como esto siga así, me pongo a rodar en tirantes ya mismo.

Canción del día: Lavender Diamond- In heaven there is no heat. Un título adecuado para el calor que estamos pasando estos últimos días, una bonita canción pop de este poco conocido grupo de Los Angeles. En el cielo no hará calor, pero aquí en el infierno madrileño, lo hace, y un rato largo.