Feliz y supermotivado

En los últimos años he tenido la "fortuna" de escuchar unas cuantas presentaciones de expertos consultores externos en temas de motivación, gestión del cambio y creación de equipos...

Al menos una vez al año (y llevo diez en esta empresa) los superjefes que tanto nos quieren organizan una reunión para contarnos los últimos logros, objetivos, fracasos, retos, llevarnos a cenar y a comer... Y siempre se incluye como colofón una presentación de algún experto en motivación, siempre de grandes escuelas de negocios y con mogollón de títulos y masters en psicología, filosofía o similares.

Tras años de investigación, he decidido que hay dos grandes escuelas de pensamiento. La primera escuela es la de "tu jefe es un líder que te debe motivar y escuchar, con lo que conseguirá mediante el trabajo en equipo que todo funcione..."

La segunda escuela es la de "no pienses que el objetivo de tu jefe es motivarte, so pardillo. Mas aún, lo que el empleado debe hacer es buscarse fuentes de motivación propias". Incluso esta escuela automotivante a veces deriva en que el empleado debe motivar al jefe....

En función del jefe supremo de cada momento y de lo que quiera transmitir al empleado medio vulgar, se trae a un experto de una u otra escuela para que recalque el mensaje apropiado.... Y da igual, porque al final nada cambia y seguimos haciendo lo mismo de siempre.

El conferenciante de hoy era de la primera escuela, la del liderazgo del jefe, pero con toques mixtos de "motívate tú solito por si acaso"... Y lo peor es que era un poco aburrido, normalmente hacen más show, interactuando y contando chistes y bromas varias, hasta a alguno he visto cantar y bailar en el pasado.

Vale, sí. Reconozco que todo este rollo de motivación laboral me parece una perdida de tiempo. Después de tantos años y tantos jefes y reuniones y cambios soy totalmente escéptico sobre estos temas (lo que claro, el motivador de ayer llamaba "pensamiento negativo"...) Y no soy el único.

En resumen, tras dos días de reuniones variadas enfocadas a como va el curro, nuestro sector, el cliente, nuestra operativa, objetivos, perspectivas, ingresos, integración, sinergias, etc, el motivante final no me motivó... y por lo que veo, a casi nadie de mis compis. Y eso que aplicaba las teorías de la "escuela de psicología positiva americana", como bien nos recalcó... que debe ser lo más, supongo.

La felicidad y la motivación es otra cosa, como bien dice esta preciosa canción, "Gente feliz" del cantautor rockero gijonés Pablo Moro, de su último disco Pequeños placeres domésticos.

Menos mal que al llegar a casa, aunque con 31-32 grados, he salido a correr con Raúl por Arcentales y disfruté de algo que me motiva bastante, correr... Eso sí, parando a cada rato y echándome agua por encima a cada kilómetro, que calor a las 8 de la tarde, la leche, las pulsaciones se me disparan... Al final algo más de 10kms.

Fijaos el calor que hace, que vimos dos pájaros muertos en el suelo del carril bici, y cuando volvía para casa, vi otro en mi calle.