Disfrutando del pueblo

Este fin de semana he disfrutado de mis hijas en el pueblo, de la compañia de viejos amigos, y de un tiempo adecuado: frío por las mañanas, corriendo a 6-7 grados, que en pantalón corto se notaba, pero excelente a mediodía y por las tardes, de esos que te hacen estar horas y horas sentado en la plaza al solecito de otoño, buenos paseos, y un cielo azul asombrosamente bonito...

Salí a rodar ayer y hoy a eso de las diez de la mañana, y ya os digo, a esas horas, bastante menos de 10 grados y bastante viento. Y pensar que el jueves corrí en Madrid a 28 grados ya de noche...

Dos recorridos preciosos por las calles del pueblo y el paseo del río bastante similares. Poco a poco sigo notando mejores sensaciones, mejorando pulsaciones rodaje a rodaje aunque siguen altas y los ritmos aún son algo lentos (pero ya vuelvo a ver cifras inferiores a los 5m/km de cuando en cuando). Lo mejor, que los tobillos ya están, parece, recuperados. Y aunque me sigue molestando la periostitis, nada que ver con lo de hace unas semanas.

Curiosamente, el Polar me dice que he mantenido o incluso incrementado mi cadencia (número de zancadas por minuto) en los últimos meses, pero con zancadas más cortas, que entiendo que se explica porque me cuesta correr cómodo y para evitar molestias acorto los pasos.

Lo que está claro es que correr con fresquito es una gozada.

Canción del día: Steve Miller Band- Serenade, un temazo de uno de mis compositores favoritos de los 70, autor, entre otras, de joyas tan conocidas como The Joker, Fly like an eagle o Abracadabra