Cada vez somos más los madrugadores

Esta mañana, otro buen rodaje madrugador por las calles del barrio y las cuestas de Conde Orgaz, antes de irme al trabajo. Dado que intento hacer rodajes de en torno a una hora y luego ir andando hasta la oficina, me toca levantarme bastante pronto.

Una hora, bien, a ritmo muy tranquilo, que ya iban tres días seguidos, mejorando en sensaciones a medida que mi cuerpo se iba despertando y la alergia me permitía respirar. Si es que como cuestan los primeros cinco minutos... Aunque mejor de madrugada que correr por la tarde, que hoy hemos llegado ya a casi 30 grados...

Empiezo a ver más corredores tempraneros por el parque de enfrente de casa, va haciendo calor y algunos preferimos madrugar. Aunque eso sí, por el precioso Pinar de Barajas y la zona residencial de Conde Orgaz, no me acompaña ni mi sombra. Bueno, esta mañana he tenido la compañía de dos simpáticas liebres en el Pinar, en pleno centro de Madrid, que me han dado un buen susto.

Canción del día: Kate Bush- This woman's work, un tema precioso del excelente The sensual world (1989), una joya de esta genial cantante inglesa, que desde su primer disco, The kick inside, editado en 1978, con la increíble Wuthering heights, ha publicado maravilla tras maravilla (Never forever, Hounds of love...), en una obra personal, con un estilo único y una voz prodigiosa. En este álbum añadió influencias de folk celta que lo enriquecieron aún más.

I should be crying, but I just can't let it show.
I should be hoping, but I can't stop thinking
Of all the things I should've said,
That I never said.
All the things we should've done,
Though we never did.
All the things I should've given,
But I didn't.