Deseando que llegue el domingo

Se os recuerda que el domingo hemos quedado, como todos los años, a las 8 de la mañana en las escaleras del Ayuntamiento (antiguo edificio de Correos), en la plaza de Cibeles, a 200 metros de la salida. Aquí, en el blog de Juan, tenéis más detalles y la foto del año pasado.

Este año, eso sí, estad atentos al extraño cambio que ha hecho la organización con los camiones de guardarropa en los que muchos entregaban mochila, ropa, muda, etc, antes de la salida. Otros años estos camiones se situaban en la salida. Este año han decidido colocarlos en meta, que para los que no conozcan Madrid, está casi a dos kilómetros de la salida, un buen paseito mañanero.

Descubriendo mis cartas, como Alfonso en su blog, hace un mes y medio hubiera apostado por bajar de 4 horas, pero todo ha cambiado. No estoy en un buen momento emocional, ando falto de kilómetros, mal de ritmos, fastidiado físicamente, y alto de pulsaciones y alergia. Así que vaticino que con el fresco de la mañana podría pasar la media en torno a las dos horas, y que desde la Casa de Campo, me tocara andar-correr-estirar, porque por allí ya estaré cascado. Vamos, que apuesto humildemente por no quedarme demasiado lejos de mi Peor Marca Personal (4h23m).

Lo bueno que tiene la experiencia es que, a menos que amanezcamos con 30 grados, como ayer en la maratón de Boston, graduando ritmos y paradas, la llegada a meta en seis horas es casi segura. Y este año eso es para mí lo importante, ya sabéis por qué.

Todo esto no quita para que sueñe con que de repente amanezca un día perfecto sin alergia, fresco, sin molestias en esa cadera y cuadriceps que me tienen a mal traer, y en el que pudiera correr durante 42kms y unos metros a esos ritmos que tenía en las piernas...

Acabando ya con los entrenos pre-Mapoma, este mediodía he rodado por el Retiro, con una temperatura casi ideal (digo casi porque ya sabéis que a mí me gusta el frío), ya firmaba yo estos 15 grados de hoy a las dos de la tarde el domingo. Unos minutos caminando para calentar, que tengo la cadera algo fastidiada, a la espera de mi visita al fisio el jueves. Luego, poco más 45 minutos de carrera que en principio iban a ser a ritmo trotón, pero que al ver buenas piernas y casi ninguna molestia, han salido algo más animados (8,7kms a 5,21m/km). Eso sí, alto de pulsaciones por la alergia. He acabado contento y con la cabeza libre de malos pensamientos, que el día venía torcido.

Canción del día: Laura Gibson- Milk heavy pollen eyed, la primera canción que menciona el maldito polen que recuerde haber escuchado en mi vida. Y encima es buenísima, del último disco, La grande, de esta excelente cantante y compositora estadounidense.

Can we forget about the truth?
It never called to me like it called to you.
And if salvation never takes our hands,
we’ll dance around the wreckage.