Ayer tarde me fui a Aravaca a iniciar mi recorrido desde la puerta de al lado de las vías del tren. Primera sorpresa: una vez aparcado (fácil y en un camino comodísimo desde casa, menos de 20 minutos), me voy hacia la entrada. Es un escenario de peli de navajeros de los 80... grafittis, escaleras rotas, todo destrozado. A la bajada por esas escaleras casi me mato.
Una vez ya en la CDC, me dispongo, con 30 grados y una solanera fina a iniciar mi recorrido de hoy. Siguiendo planes, una vez cruzado el puente sobre las vías, bajo por la antigua Carretera de la Ciudad Universitaria, ahora de tierra con buen firme con esas piedrecitas que pusieron en algunos caminos de la CDC hace unos años, hasta encontrarme la primera cuesta arriba, tremenda, demoledora, a pleno sol, llegando al cruce de Garabitas a punto de morir, y eso adelantando a varios ciclistas. (Fotos sacadas de panoramio.com)
Eso sí, una zona muy muy bonita, pasando entre medias por el Puente de la Garrapata. (Fotos sacadas de panoramio.com)
Bajo desde allí hacia el camino de Valdeza, de tierra compactada y con muchos agujeros, sin apenas sombra, menos mal que el sol caía de espaldas. Esta bajada no es especialmente bonita en esta época del año, mucho campo seco y abierto, a la derecha una verja que me separa de la zona de regeneración forestal (cerrada al público) del Encinar de San Pedro. Aunque lo de ver todo Madrid a tus pies mola.
Paso por debajo del Puente Colorado, y empiezo una cuesta abajo de mayor pendiente que me lleva ya abajo hasta la salida de la M-30 en Marques de Monistrol, a la que llego, desviándome un poco buscando una fuente que calme mi sed.
Tras beber y empaparme, ya con menos sol y por zonas de más sombra, subo por el Paseo de Piñoneros hacia la gran sorpresa del día. Nunca había subido antes el camino (asfaltado) de Garabitas. Mi objetivo, viendo que voy fastidiado y habiendo visto el perfil por Internet, es subirlo sin pasar de 170px, que implica hoy un ritmo tortuguita de 6,20-6,30m/km... La cuesta es la leche, constante, constante, constante, se me hace eterna, pero el camino es realmente precioso, entre colinas, rodeado de vegetación y a la sombra, una maravilla, llena de silencio y tranquilidad, sólo interrumpida por algún que otro ciclista y un corredor cabronazo que me pasa a, no sé, 4m/km...
Llego al cruce de Garabitas y me dispongo a volver hacia la puerta por otro camino, éste sale a la derecha, Sorpresa: aparte del solazo que sigue cayendo, el caminito tiene un firme horrible, agujeros, pedruscos, con alguna cuesta arriba y mucha cuesta abajo donde me da miedo acelerar porque como tropiece me mato. El camino me lleva hasta el camino de las vías del tren. Ahí me encuentro la última sorpresa del día: varios toboganes tremendos, sobre todo uno impresionante, por aquí ya había pasado alguna vez, pero no lo recordaba así de duro, bajarlo daba miedo, para subir la cuesta siguiente casi me tengo que poner a cuatro patas, no me daban las piernas. Jo.....der.
Ya voy llegando a la puerta de Aravaca, con el sol del atardecer de cara y sin ver nada, no sé casi ni donde piso (otro día tengo que llevarme gafas de sol), acabo arriba tras cruzar de nuevo las vías y subir la última cuestecita.
Han sido casi 11kms a ritmo lento, mucho calor y muchas cuestas para mí, de los recorridos más duros de mi corta carrera corredora... Pero me ha encantado.
Canción del día: Pixies- Gouge away, uno de mis grupos favoritos en una de mis canciones preferidas, poco más se puede pedir.
¿Seguro que volverás a hacer el mismo recorrido exactamente otra vez o has ido improvisando? :)
ResponderEliminarMadre mía, parece una visita guiada a toda leche por la Casa de Campo.
ResponderEliminarMe encantan tus entradas, tus entrenamientos siempre parecen una auténtica aventura. Lo de "escenario de peli de navajeros de los 80" me ha encantado ;D
Fotos muy bonitas, vaya reportaje, genial!!!
ResponderEliminarQue interesante es ir descubriendo sitios nuevos. Pronto podrás publicar una guía de recorridos running en Madrid.
ResponderEliminarLa verdad es que para no aburrirse es bueno buscar caminos nuevos y a veces uno se asombra de los buenos recorridos que hay cerca. Buena visita guiada por la casa de campo... Un saludo.
ResponderEliminarAcordemos unas palabras clave para saber que estás vivo cuando nos pidan el rescate.
ResponderEliminarDurante tres años cuando estudiaba en Madrid viví en Aravaca. En aquella época sólo había chalets y el pueblo. Ya salía a correr por aquel entonces aunque supongo que sería unos 30 minutos tres veces por semana y no me salía de la zona de chalets, no me metía por zonas de pandilleros. Ah, y le tenía mucho respeto a los perros sueltos. Qué recuerdos, snif, snif.
ResponderEliminaracojona esa entrada aunque luego la cosa mejora. Te vas a recorrer toda la provincia
ResponderEliminarEstás hecho un explorador, el perfil da más miedo que la calles esas de los navajeros
ResponderEliminarEs muy interesante este material y muy completo muchas gracias y sigan publicando.
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