A ver si lo entiendo.
Ayer de mañana, a la misma hora que hoy, hice un rodaje de hora y cuarto que se me hizo durísimo, muy alto de pulsaciones todo el rato, agotado, por un recorrido no muy duro desde casa al Retiro pasando por la calle Serrano y de vuelta por O'Donnell. De esos dias que dices "que mal voy, vaya paquete".
Esta mañana, con más calor que ayer, y tras darme una tremenda paliza ayer con mis hijas de turismo en sandalias por el Retiro, el Jardín Botánico y de compras, he ido a la Casa de Campo pensando en correr dos o tres vueltas a la parte semi-llana del Lago y el Parque de Atracciones. Pero llegando al desvío hacia el Parque, he visto la cuesta arriba hacia Prado del Rey, y para allá que me he lanzado, joroba que cuestecita...
Tras beber agua en una maravillosa fuente, he visto a un corredor que se metía como por un sendero, y he seguido sus pasos, bajando por un precioso camino en sombra y por un paraje espectacular de vuelta. Llegado a un cruce, he decidido girar hacia arriba otra vez, sabiendo que ese camino me llevaría hasta Somosaguas, otra cuesta salvaje para un asfaltero como yo, eso sí, por un camino espectacular y con un firme no menos espectacular. Otra paradita a beber agua (hoy no llevé mi botella conmigo, la dejé en el parking al pensar que iba a dar vueltas cortas), y bajada triunfal de vuelta ahora sí hasta el Lago.
La conclusión es que en otra hora y cuarto por un recorrido muchísimo más duro hoy he ido un poco más rápido y a menos pulsaciones, y disfrutando un montón. Claramente, debe ser el efecto CDC (Casa de Campo). Correr por esos caminos, sin tráfico, disfrutando de esos paisajes tan bonitos te hace ir más feliz y mucho mejor de sensaciones.
Canción del día: Rolling Stones: As tears go by, no me gustan los Stones mediáticos y metidos en el show business de los últimos años. Pero debo reconocer que en los 60, influenciados por el mejor R&B, hicieron canciones maravillosas. Estos días estoy repasando su recopilatorio de singles de los 60 y es una pasada, que canciones.
domingo, 17 de julio de 2011
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Hola Jan me alegro de volver a leerte, ya veo que siques dale que te pego. Está claro que aunque parezcan iguales los días de entrenamiento son siempre distintos
ResponderEliminarSi, Jan, son cosas que pasan a veces incomprensibles al menos por nosotros... piensas un día que no vas a andar nada y sales como una moto, otro que piensas que bien luego se transforma en un suplicio.... el cuerpo hace al final lo que quiere, pero eso sí, si el terreno es agradable y uno se motiva con otros corredores, siempre termina andando mejor que solo. Al final el sol te va gustar jejeje, un saludo.
ResponderEliminarEl día que el cuerpo se queja, normalmente está diciendo que tiene un mal día, pero no que al día siguiente no nos tenga preparada una sorpresa. Yo también he notado que cuando cambio de rutas voy más "allegro", alguna explicación psicológica debe tener.
ResponderEliminarA mi ese efecto me pasa en mi lugar favorito que es un parque, seguro que a ti te pasa lo mismo
ResponderEliminarTu lo has dicho, el paisaje por donde corras hace mucho. Yo ayer, en la carrera nocturna de Collado Mediano, como no veia paisaje alguno, se me hizo eterna ;D
ResponderEliminarUn saludo
Ayyyyyyyyy.........mi querido amigo..........el cuerpo humano....ese gran desconocido!!!
ResponderEliminarjeje, muy bueno lo del efecto CDC, te entiendo perfectamente. Yo un día me puse a seguir a uno también pero al final lo perdí de vista, jeje.
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