Cinco razones para no ir al Retiro de noche

Ay, que envidia me ha dado ver hoy después de comer a bastantes corredores por la zona del Bosque de la Casa de Campo. Si es que llevo dos semanas corriendo de noche o con lluvia y nieve, y echo tanto de menos correr a la luz del día con solecito...

He ido con las peques al Teleférico y nos hemos dado un buen paseo de casi dos horas por el Bosque, que estaba precioso. Y por cierto, con unos pájaros verdes preciosos, que han dejado a Celia y Lucia emocionadas (e incluso un rato calladas y sin discutir!!!).

Tras dejarlas, al final he salido ya de tarde-noche a hacer el último rodaje medio largo antes de Sevilla. Buscando una zona llana, me he ido al Retiro. Ha sido un rodaje accidentado.

Primero, porque cuando he empezado aún había un mogollón impresionante de gente por el Retiro, y lo de esquivar niños, patinadores, bicis, abuelitos, perros y gatos no se me da demasiado bien. Como aún se veía, he empezado por la parte de caminos de tierra de abajo, menos amogollonada.

Segundo, porque ya anochecido, sigue el recorte de gastos de nuestro amado Ayuntamiento, y casi hay que correr con frontal. Si es que para un sitio medio llano que hay en Madrid para correr, y no digamos de noche, van y lo dejan más oscuro que la boca del lobo. Quitando el Paseo de Coches y con cuidado por los agujeros, no hay quien corra tranquilo.

Tercero, porque en el giro del Angel Caído, sin una sola farola encendida, he pisado una botella de agua medio llena que algún majete ha dejado en el suelo y casi me mato.

Cuarto, porque eso ha hecho que mi tobillo derecho, que estaba bastante más tranquilo estos días, se haya vuelto a quejar. Y de paso mi muslo izquierdo, también.

Quinto, porque al empezar se iba de maravilla en camiseta y pantalón corto, pero al acabar, ya de noche cerrada hacía frío.

Pero bueno, deberes hechos. Hora y media a 5,30m/km, alto de pulsaciones (tras un finde muy ajetreado regañando sin parar a dos hijas en la edad del pavo, y una comida pesada, no me extraña, me ha costado un buen rato relajarme y hacer la digestión completa) pero bien de piernas y fuerzas. Y un domingo por la tarde correr puntúa doble.

¿Cómo voy a Sevilla? Tras dos semanas de descarga (quizás demasiada pero entre malestares y findes disfrutando de mis, a pesar de todo, maravillosas hijas, no he podido hacer más kilómetros), con ganas de disfrutar, dispuesto a salir a un ritmo cómodo, digamos de en torno a 4 horas, y a ver si llego, que con las molestias de las piernas de las últimas semanas, no las tengo todas conmigo.

Canción del día: Mary Chapin Carpenter- Passionate kisses, una preciosa canción (versión de un temazo de Lucinda Williams) de esta gran cantante country estadounidense. De su excelente disco Come on come on, de 1992