viernes, 12 de marzo de 2010

Ya estoy aquí...

Ya he vuelto de París. Que ciudad más bonita, que maravilla...
Los dos días de reuniones, como casi todas las reuniones, un auténtico aburrimiento y una soberana pérdida de tiempo en su mayor parte, aunque reconozco que me lo he pasado bien, conociendo a mis nuevos jefes y compañeros de fusión, viendo que en todos los sitios cuecen habas, y que todos los comités y grupos de trabajo en el fondo son iguales, y en las multinacionales aún más... Mi jefe, bien, bastante más majo de lo que pensaba.

Al final pude salir los dos días a correr por la ciudad, una maravilla para los ojos, algo menos para las piernas, seguid leyendo y lo entenderéis... Saqué algunas fotos en marcha, que han salido regular, porque mi hija pequeña no sé que ha tocado en la cámara y salen muy granulosas.


El martes, recién llegado del avión, dejé la maleta y salí a correr a las 11 de la noche. Un rodaje precioso de una hora por la Opera (donde estaba el hotel), el Louvre, las Tullerías, Notre Dame, el río Sena, y de vuelta al hotel.
Cosas curiosas: a) en París a las once-doce de la noche no vi a ni un sólo corredor, ni uno... eso sí, había mucha gente en las calles y en los bares y restaurantes. b) hace una humedad de narices, no hacía especialmente frío 0-1ºC, pero vaya rasca por el río, c) había poco tráfico a esas horas y se corría bien, aunque con mucho semáforo y demasiados tramos de adoquines por la zona del río.


El miércoles nos llevaron en bus a un centro de reuniones a unos 20kms de París, lo cual me vino bien para ver todo el centro de día. A la vuelta, tras un atasco monumental (y nunca mejor dicho, la plaza del Arco del Triunfo es alucinante, igual que hace 15-20 años de coches desmadrados), llegué al hotel con una hora exacta para cambiarme, correr, ducharme e ir de cena con los compis (lo de cenar a las 8 tiene delito, casi más que comer a las 12.30).
Me fui (sin cámara) hasta el Louvre y de ahí, con muchísimo tráfico, por la Rue Rivoli hasta la plaza de la Concorde, para llegar a la Torre Eiffel. Ya a la vuelta, otra vez en la plaza, el desastre... torcedura de tobillo superdolorosa y cabreante en la zona adoquinada, por un simpático adoquín francés suelto, y mira que iba despacio por si acaso... Paré unos minutos hasta que dejé de acordarme de los progenitores de muchos franceses (pobres, ellos no tienen la culpa), y volví al hotel, que menos mal que estaba cerca, intentando trotar muy suave.


Me dio el tiempo justo a llegar al hotel, cambiarme e ir a la cena (en un restaurante curiosísimo y bastante chulo, aunque no tanto si tenías mucha hambre, que las raciones eran escasillas). Ayer me levanté con el tobillo dolorido, pero a medida que pasó el día parece que ha ido a mejor. De hecho, a mediodía, a otro compañero no jefe y a mi nos echaron de una reunión porque era de jefes jefes super jefes y aprovechando la circunstancia nos dimos un paseo de 6 kilómetros desde la Opera hasta la Torre Eiffel, en un día glorioso, frío pero soleado, sin nubes, y precioso. Poco romántico por la compañía, pero muy muy agradable. Y el tobillo se fue calentando y apenas me dolió. Que pena que no pude llevarme la cámara en este paseo, porque la belleza de las calles, plazas y ríos es difícil de explicar.


Tras las reuniones de la tarde, un rato de bar, y de vuelta al aeropuerto, a coger el avión para Madrid. Ya en casa, saludé con todo mi cariño a mi amigo Traumeel... Y esta mañana mi tobillo parece otro, el de siempre... parece que todo va bien.

Esta mañana aprovecharé para ponerme al día de vuestros blogs. Y mañana nos vemos en la III Quedada.

18 comentarios:

  1. Es una ciudad preciosa pero no parece el mejor sitio para correr de noche.
    Cuidado con las torceduras que ya queda poco.
    Mi primera maratón se la quedó una piña.

    ResponderEliminar
  2. Yo supongo que los parisinos irán a correr a parques seleccionados, pero a las 11 de la noche no creo que haya muchos por ahí. Me alegro que hayas sacado tioempo para los rodajes, ante tantas tentaciones ha tenido que ser complicado, pero ha triunfado la disciplina del maratoniano.

    ResponderEliminar
  3. Jan buenos rodajes por una ciudad increíble, ya tengo ganas de hacer unos rodajes por ella.

    Cuidado con los traspiés que nos queda muy poco.

    Abrazos

    ResponderEliminar
  4. Qué método!! Has de ser cartesiano... Me flipa tu compromiso para el maratón, la dedicación, el esfuerzo... Enhorabuena por esos entrenes y esa dedicación; por otro lado ha de ser así!

    Saludos

    ResponderEliminar
  5. Qué bien aprovechado! A mi Paris me encanta, pero nunca he podido correr por allí, la ultima vez si que vi a much gente coriendo al mediodía en la jora de la comida.Cuídate ese tobillo que estas en la recta final.

    ResponderEliminar
  6. Eso, con las zapas a cuestas pateando el mundo...
    Que bonito, París!!
    Nos vemos mañana.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. Eso sí que es variar el entrenamiento. Recuerdo una entrada parecida de Torcas sobre Florencia.
    Que bonito es hollar por Europa.

    ResponderEliminar
  8. estoy con miguel, eres incombustible, qué metodico, no perdonas una! a las 11 de la noche corriendo por Paris, la verdad es que por otro veo que tenía su magia, qué bonito reportaje! cuidate el tobillo y me alegro que en tema de trabajo todo saliera bien también, nos vemos mañana

    ResponderEliminar
  9. Oye las fotos te han quedado un poco oscuras, haber si le pones pilas a la cámara.
    Cuidado con los tobillos, que ahora viene lo gordo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. París es París, la primera vez que fui me enamoré de esa ciudad y no me canso de ir, tiene algo esa ciudad y bueno correr por ella debe ser una pasada!

    Qué bonito Jan, no has perdonado y has salido a correr. Te has ganado el premio de la constancia!

    Te echabamos de menos!
    bss
    Tania

    ResponderEliminar
  11. Tienes razón no hacia frío solo 1º ufffff
    Cuanto es frío para tí?
    Tal vez correr por siberia en gallubos, ¿no?
    jejejeje
    Me quedo con la caló del Sur.
    Recupera ese tobillo y a seguir que ya queda poco

    ResponderEliminar
  12. Lobo hombre en París. jeje.

    (por algo la gente no corre a las 11 de la noche en París).

    ResponderEliminar
  13. Eso es Jan , no hay que perdonar los entrenos , ni aun estando en viaje de negocios y a esas horas.
    Slds

    ResponderEliminar
  14. Dí que sí, es la mejor manera de poder ver algo de París con tan poco tiempo libre, aunque te aconsejo que vuelvas con más calma, París tiene mucho que ver y caminando con buena compañía se disfruta más.
    Cura bien el esguince, aunque sea muy leve, hielo de mano y moviliza la zona con cuidado para no empeorar el derrame y ayudar a que se reabsorba. Tómatelo con calma que MAPOMA te espera. Por cierto los franceses a las 11 están fuera de hora para salir a correr y menos por la zona de Ópera (zona de ricos, hoteles, restauración y comercio).

    ResponderEliminar
  15. Hola Jan se te echaba de menos, que afortunado corriendo en París, me alegro que lo del tobillo no te traiga complicaciones, por cierto ya tengo todo listo para la Media, billetes, hotel, me hospedo en el Convención, y ya he tramitado mi inscripción, ya solo me queda conoceros a cada uno de vosotros.
    Un saludo amigo.

    ResponderEliminar
  16. Sí que es bonito París. Yo una vez conseguí que pararan el tráfico para poder correr por sus calles... bueno, en realidad lo consiguieron los organizadores del maratón. Si te has quedado con ganas, ya sabes, después del Mapoma el de París el año próximo.

    Un abrazo y bienvenido de vuelta

    ResponderEliminar
  17. Ahhhhhhhhhhhhhhh Paris, siempre nos quedará Paris Jan.
    Como le dijo el Bogard a la Ingrid Bergman en Casablanca.
    Un abrazo y bienvenido again Jan.

    Nos vemos tomorrow

    ResponderEliminar
  18. Y lo bien que te lo has pasado, que??

    Cuidado con los adoquines, el barro, etc...

    ;-)

    Bueno, nos vemos mañana!!!

    ResponderEliminar