lunes, 6 de mayo de 2013

101 Peregrinos que se quedaron en 38...

Pues eso, que el calor volvió a hacer de las suyas con mi organismo. Y en el km 38 de la carrera, al paso por el avituallamiento de Puente de Domingo Florez me retiré de la carrera. Había sufrido tanto subiendo andando a duras penas la cuesta anterior, sin fuerzas, que solo pensar en la siguiente que tenía por delante, otros 5kms por un camino sin sombra y con 500m de desnivel me hizo desistir del intento.

Por lo demás, un fin de semana genial. El viernes, viaje a mediodía hacia Ponferrada con Ruth, Bea, Carlos, Rafa y Paco. Encuentro allí con Alberto, Jennifer, el otro Alberto, Inés... y cena tranquila todos juntos en un buen restaurante italiano.

Dormir en el polideportivo toda una odisea... no tanto por el frío y duro suelo, que con aislantes, mantas y un saco de dormir, se llevaban muy dignamente, sino por el show de los roncadores compulsivos... Madre mía, había alguno que asustaba!!!

Por la mañana, preparamos los materiales, y desayunamos juntos,. A las 9,30 salen los ciclistas, y a las 9,45 salimos los marchadores... Se anuncia calor.

Los primeros 15kms a buen ritmo con Ruth y su amigo Edu, me voy dando cuenta de lo que nos espera, una edición mucho más dura que las anteriores, todo son subidas y bajadas, toboganes espectaculares, caminos de piedra, traileras, agujeros, tramos de pizarra negra cortante... Voy bien, pero bajo algo el ritmo por el calor, y les dejo ir. Así, de monte en monte y de pueblo en pueblo, llegamos hasta la primera subida a las Médulas, allá por el km25.

Bajo con Alberto por un sendero de medio metro de ancho hasta la siguiente subida que llevará tras otra bajada al Puente, primer gran avituallamiento de la carrera. Y en esa subida paso de sentirme bien a hundirme completamente, un golpe de calor me deja totalmente destrozado, en un kilómetro dejo de andar, tengo que parar, buscar una sombra, pararme a pensar... estamos a 25-30 grados sin sombra, sin viento y me siento fatal. Un km en 20 minutos...

Y como ya he contado, bajando a un ritmo penoso, andando, llegando al Puente, y abandono. 38kms en 5h10m, de tiempo iba fenomenal... Ahí llevábamos ya 2300m de desnivel acumulado, y faltaban otros 4000-4500... Como decía un lugareño, el primer día de calor desde el verano pasado...

Muy contento de haber decidido retirarme, conozco mi cuerpo, eran las tres de la tarde, me quedaban 4-5 horas de calor intenso por esos preciosos pero tremendos caminos al sol, con múltiples subidas y bajadas, y ni caminando hubiera podido con ello sin poner mi salud en serio peligro. No merecía la pena ese riesgo.

Vuelta a Ponferrada en un minibus, lleno de ciclistas con unos golpazos tremendos o bicis rotas, avisos a ambulancias de corredores tirados por el calor... Como llegaban a meta los ciclistas, llenos de barro, de heridas. Había bajadas que en bici no hubiera bajado yo ni aunque me pagaran todo el oro del mundo.

Lo mejor, seguir animando vía telefónica a los distintos amigos, y tras muchas horas de espera, y ver entrar a más de 1000 ciclistas, y unos 50-100 corredores, disfrutar y emocionarme con su entrada en meta tras 106-107kms (salieron unos cuantos más de lo anunciado), todos ellos agotados pero radiantes de satisfacción.

Tras poco dormir, que los amigos no fueron llegando hasta muy altas horas de la madrugada, ayer domingo tocaba la vuelta tranquila en coche a Madrid con Ruth y Bea, pasando por un pueblo cercano a La Bañeza para dejar a otra corredora que conocimos en la carrera.

Llego a casa, a las 4 de la tarde me tumbo a descansar un rato, y me despierto a las dos de la mañana... ceno, y a seguir durmiendo hasta las 7,30.... eso os puede dar una idea del agotamiento total de mi cuerpo.

Ahora a descansar unos días, tomarme un verano tranquilo (lo intentaré al menos) de carreras y kilómetros, y a pensar en nuevos retos para el otoño... que ya tenemos algunas buenas ideas en la cabeza... hay dos maratones dando vueltas...